¿Cómo pintar una pared?

Pintar una pared es una tarea bastante sencilla, pero hay que hacerla correctamente, de lo contrario la pared en cuestión puede quedar con imperfecciones desagradables. En esta guía trataremos de darte todas las pautas para que puedas pintar tu pared de forma fácil y con todos los pasos uno a uno.

Es necesario reparar cada imperfección para lograr el mejor acabado posible.  A continuación explicaremos en detalle el proceso por el cual logramos un acabado perfecto.

 

Materiales para pintar una pared

 

La lista de materiales que utilizamos en la reparación y posterior trabajo de pintura los enlistamos aquí, en orden aproximado de utilización:

  • Espátula pequeña, o también conocida como kit de espátulas de carrocero, para quitar los restos de pintura vieja y sanear las imperfecciones.
  • Cepillo, para comprobar la resistencia del soporte de yeso
  • Masilla flexible, para cubrir grietas, agujeros y desconchones. También conocida como masilla con fibra de vidrio.
  • Espátula ancha o de tendidos, para aplicar la masilla.
  • Lija fina, para alisar la pared una vez se haya secado la masilla.
  • Cinta, para cubrir los lugares que no queremos que se manchen, como bordes y rodapiés. También papel con cinta.
  • Papel de 1 metro para tapar el suelo.
  • Plástico para tapar
  • Rodillo de antigota
  • Imprimación, para mejorar la adhesión de la pintura
  • Pintura, de preferencia con base plástica, que resista la humedad.

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¿Cómo pintar paredes lisas?

 

Es común cometer el error de pintar una pared utilizando una sola brocha, o un rodillo para cubrir el mayor espacio posible en menos tiempo. Sin embargo, la manera correcta de hacerlo implica tener un poco más de paciencia. Te dejamos los pasos a seguir más abajo y un vídeo demostrativo. 

Paso 1: Cubrir rodapies, enchufes y demás

Para empezar debemos cubrir con cinta de carrocero y/o papel con cinta todos los lugares que uno quiere evitar que se manchen, por ejemplo, los enchufes, encendedores, bordes de cerámica, rodapiés, entre otros. Tapar con el plástico y poner papel en el suelo.

Se deben retirar todos los objetos y adornos de la pared, con cuidado de no perder las piezas pequeñas, como tornillos por ejemplo.

Paso 2: Retirar muebles y taparlos

Deben retirarse todos los muebles del área de trabajo, incluyendo sillas, mesas, sillones, camas, y todo lo que  deba ser preservado. O bien pueden cubrirse con lonas de plástico para evitar que caigan manchones sobre ellos.

Paso 3: Proteger el suelo

Colocar en el suelo una cubierta protectora, que impida que los salpicones caigan de las paredes mientras se maniobra con las brochas y el rodillo. De esta manera uno se evita tener que limpiar las manchas del suelo.

Paso 4: Limpiar la pared

Debe limpiarse cuidadosamente la pared que se va a pintar, utilizando un trapo húmedo. Hay que tener en cuenta que la pared debe estar limpia y seca para evitar problemas de adherencia.

Paso 5: Imprimar la pared

Aplicar la imprimación, esto con el fin de mejorar la adherencia de la pintura. Debe cubrir todos los espacios, utilizar de preferencia un rodillo para el centro, y una brocha para los bordes. La imprimación o también conocido como fijador, sella el paramento y lo protege por dentro. De esta forma evita rechupadas y cambios de color en la pintura. Este tipo de pintura es muy económica porque hay que mezclarle 3/4 partes de agua.

Paso 6: Pintar la pared

Pintar, una vez el imprimante se seque, se deben colocar 2 o más capas de pintura para asegurar la mayor cubrición posible. Utilizar siempre la brocha para cubrir los bordes de la pared y el rodillo para cubrir el centro de la misma. Si la pared es lisa se recomienda un rodillo antigota y si es rugosa o tiene gotelé, es recomendable un rodillo de hilo o pelo largo.

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¿Cómo pintar una pared ya pintada?

 

Para pintar una pared que ya ha sido antes puede bastar con cubrir la pintura anterior con una nueva, sin embargo; es usual que la pintura con el tiempo empiece a caerse, a desconcharse, que las paredes se agrieten y las esquinas se golpeen y se astillen.

Es por esta razón que la mejor opción para pintar una pared que ya ha sido pintada antes es primero sanearla, con una serie de procesos y materiales que ya han sido mencionados en este mismo artículo.

Como sanear una pared

En primer lugar determinamos la consistencia del soporte de la pared. Realizamos una prueba que consiste en raspar la pared con el borde de la espátula hasta formar unas marcas en cuadrícula.

Una vez se tenga la cuadrícula se le pasa un cepillo, si al hacerlo las celdas se mantienen, entonces determinamos que el soporte está en buen estado.

Acto seguido saneamos el área que marcamos con la espátula, removiendo la mayor cantidad de pintura posible.

En los lugares donde se forman burbujas de aire bajo la pintura vieja también es necesario raspar con la espátula, para evitar que la pintura nueva se desprenda.

Si se consigue alguna grieta en la pared, utilizando la espátula abrimos más aún la grieta, con un patrón en V preparando la pared  para el siguiente paso.

Antes de aplicar la masilla, aplicamos una imprimación para asegurarnos de que el agarre sea mejor y el resultado final sea más resístete.

  • Aplicamos la masilla flexible

Utilizando la espátula ancha de tendidos para esparcirla por todos los desperfectos que tenga la pared. Cubrimos agujeros y grietas hasta rellenar todos los rincones.

Si en la pared hay una esquina convexa, lo más probable es que tenga golpes y desconchones de yeso. También es posible que en estas áreas se haya perdido cemento al golpear un objeto pesado contra estas superficies.

Si es el caso, la esquina puede moldearse de nuevo utilizando la masilla flexible, aplicándola con la espátula ancha hasta lograr la forma deseada. Después de que se seque, debemos colocar una segunda capa de masilla.

  • El lijado

Después de que la masilla se haya secado, utilizamos la lija para alisar los salientes que podamos haber dejado con la espátula ancha, para lograr un acabado perfecto y uniforme.

Una vez se haya aplicado el lijado, se limpia el polvo de la pared y se procede a colocar una segunda imprimación. Esta última es para asegurarnos de que la pintura adhiera mejor y que dure por más tiempo.

  • Pintamos la pared

No sin antes cubrir los bordes con cinta y proteger los objetos de la habitación con lonas de plástico y el piso con cubiertas protectoras.

Una vez hayamos tomado las precauciones, aplicamos la pintura, de preferencia que sea resistente a la humedad y lavable. Recomendamos aplicar pinturas plásticas o de seda que resisten mejor el paso del tiempo y el azote de los elementos.

La pintura la aplicaremos siguiendo el patrón que hemos visto antes, usando la brocha pintamos lo bordes exteriores y el centro lo cubrimos  con un rodillo. También podemos hacerlo con pistola, si haces click aquí podras revisar nuestra guía de pintado con pistola.

Debemos colocar al menos dos capas de pintura para asegurarnos de que el acabado será mejor y más duradero.

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